Soltar la parte
Identificados con la parte nos perdemos el todo.
Yo y yo son dos palabras que representan la percepción de una mente que lo ha dividido todo por no poder comprender la unidad. La experiencia de habernos desconectado del todo unificado nos proporciona la sensación de estar separados de la fuente. Al convertirnos en una parte de la existencia se nos abre la posibilidad de construir una identidad que no incluye la totalidad de lo creado.
El juego de palabras entre la parte y el todo ofrece una profunda comprensión a gran parte de los problemas de exclusión, rechazo y segregación que padecemos los seres humanos por habernos olvidado de dónde venimos y adónde vamos.